By Sinergia & Equilibrio
La mayoría de las personas tienen pensamientos recurrentes, no sólo cuando tienes algo pendiente sino, aunque el asunto esté resuelto, siempre se generan un millón de pensamientos que llegan de manera aleatoria en distintos momentos del día, quizás algunos no son conscientes de ello, pero lo más común es quejarse del estrés mental y físico que esto ocasiona.
¿De dónde provienen los pensamientos?
Recordando que somos seres espirituales viviendo una experiencia humana, material y con emociones, en este planeta, es necesario traer al tapete que somos hechos a imagen y semejanza de Dios, pero que habitamos un cuerpo físico que interpreta todo lo que ocurre.
Lamentablemente estás acostumbrado a calificar las cosas de buenas o malas, bonitas o feas, grandes o pequeñas, esta condición proviene de la característica predominante de juzgar, que tenemos todos en este plano; sólo que algunos han trabajado el tema y otros aún no.
Al ser una porción de Dios en este plano, tienes la conexión divina con tu parte espiritual o dimensional, a través de tus pensamientos.
Esto quiere decir que tu Ser Dios se comunica contigo a través de ideas que llegan a tu mente, que no son ni buenas ni malas, son ideas para desarrollar lo que te toca vivir en este mundo de amor y dolor.
Entonces, también hay que internalizar que todo lo que ocurre es bueno, para tu crecimiento personal y espiritual, por ello no hay malas experiencias sino aprendizajes para la evolución de tu conciencia.
Todos los pensamientos que generas provienen de la mente, pero esta actividad excesiva o inexistente, depende de la percepción de las cosas por las que pasa cada persona.
¿Quién tiene control de mis pensamientos?
El control es una ilusión, como digo en mi libro “Un camino hacia tu alma gemela”, es simplemente esa imperiosa necesidad de querer saber lo que va a ocurrir antes de que llegue el momento preciso.
Cuando tu SER DIOS emite una idea, tú la recibes e interpretas desde tu sistema de creencias, desde tu personalidad y desde tus egos, que son esas caretas o máscaras que te pones para protegerte de lo que pueda ocurrir, y más aún cuando no ha sucedido.
Los egos son representaciones de ti mismo, de acuerdo a momentos, deseos e interpretaciones de lo que te rodea. He hablado de los 7 egos, cuyas palabras claves te ayudarán a identificar cuando estás actuando desde ellos. Mira el siguiente cuadro:
Blanco | Yo quiero más |
Verde | Yo deseo buenas relaciones con todos |
Amarillo | Yo necesito, carezco de y por ello lo necesito |
Anaranjado | Yo Razono todo |
Rojo | Yo siento, sensibilidad de pareja |
Azul | Yo pienso constantemente |
Violeta o morado | Yo voluntad, carezco de la voluntad de hacer |
Cuando recibes una idea de tu SER DIOS y la interpretas con tus egos, entonces la transformas según tu beneficio o lo que te dé seguridad, es por ello que constantemente intentas darle la vuelta a las cosas hasta que tengas la impresión de que no te dañará a ti o a los demás.
¿Cómo calmar la mente?
Partiendo de que los egos te aumentan la actividad mental, entonces puedes identificar si los pensamientos te están generando estrés o cuando lo piensas sientes liberación y paz.
El poder auto observarte es una fortaleza que debes desarrollar, sin ser muy dura contigo misma, sin juzgar, desde la comprensión, desarrollar la intención de comprender lo que te ocurre en un momento dado. Esto no es sencillo pero si lo practicas con intención podrás descubrir una gran maestría del amor contigo misma, para poder dar amor y comprensión a los demás.
Recuerda respirar profundamente 4 veces, sin levantar los hombros, cerrar tus ojos y expulsar el aire por la boca lentamente. Esto te ayudará a calmar la ansiedad y por ende la mente.
Al cerrar los ojos te conectas con tu interior, luego podrás concentrarte en el sonido de tu corazón, cuando hagas de la respiración consiente algo cotidiano en tu vida.
5 tips para terminar con el estrés mental
- Obsérvate en los momentos cuando generas muchos pensamientos, para saber en qué temas te estás enfocando.
- Pregúntate y date cuenta ¿cuál es el motivo de tantos pensamientos, cómo te hacen sentir?
- Define si la situación depende de ti completamente o hay otras personas o condiciones involucradas, para determinar si los pensamientos ocurren en función a algo que no puedes controlar. De ser así, reconoce hasta dónde puedes llegar y el resto déjalo fluir. Es como armar una caja de cartón, primero un lado, después otro y finalmente colocar el pegamento, si no tienes el pegamento, hay que dejarlo hasta ahí y buscar cómo proveer el pegamento necesario.
- Admite que no puedes controlar las situaciones y entrega de tu SER DIOS la preocupación, para que se encargue de conseguirte lo que necesitas resolver.
- Respira profundo, bajando el aire hasta la barriga, no sólo uses los pulmones, llénate de aire y haz consiente cuando el oxígeno entra y baja por tu cuerpo y luego suelta el aire lentamente por la boca. Si cierras los ojos tendrás mayores beneficios.